Lo que te ata no es el miedo… es la costumbre.
Muchas veces creemos que el problema es cambiar. Que el cambio es doloroso, arriesgado y peligroso.
La verdad es otra: el cambio no es el enemigo. Lo que realmente duele es resistirse —aferrarse a lo conocido aunque ya no te sirva—.
Hoy te invito a mirar la resistencia con otros ojos y a entender cómo liberarla.
¿Por qué resistimos?
Tu mente prefiere lo familiar. Aunque lo familiar no te alimente, te parece seguro porque ya lo conoces.
Esa inclinación a lo conocido funciona como un freno invisible: te mantiene en situaciones, relaciones o hábitos que no te dejan crecer.
La resistencia nace de la costumbre, no del miedo real al cambio.
La metáfora de la mariposa
Imagínate una mariposa dentro de su capullo. Desde fuera parece que hay lucha, tensión, una ruptura inevitable.
Pero en realidad, romper el capullo no lastima a la mariposa: la libera.
Tú también tienes un capullo —creencias, hábitos, identidades— y romperlo no te hará daño, te permitirá volar.
PNL: Reprograma la resistencia
Desde la Programación Neurolingüística sabemos que muchos de los patrones que te mantienen en el capullo son aprendizajes automáticos: frases repetidas, imágenes mentales, anclas emocionales.
Estos patrones se pueden reprogramar. No se trata de negar el miedo, sino de redirigir la energía: usar la información que te da la resistencia para diseñar un nuevo hábito que te impulse hacia adelante.
Ejemplo práctico: cada vez que sientas la voz que te detiene (pensamientos como “mejor me quedo aquí”), respira profundo y repite en voz baja:
“Gracias por avisarme, pero yo elijo avanzar con cuidado.”
Eso envía una nueva señal a tu sistema: la mente aprende que puede acompañarte mientras creces.
La gratitud como facilitadora del cambio
Agradecer la función protectora de la resistencia no es rendirse: es reconocer que algo intentó cuidarte y ahora te permite soltarlo con respeto.
La gratitud baja la intensidad emocional y abre espacio para actuar desde la claridad.
Practicar gratitud frente al temor reduce la tensión y facilita la acción consciente.
Ejercicio práctico: 4 pasos para soltar la resistencia
- Identifica: Detecta la situación donde sientes que te quedas por costumbre.
- Observa: Nota la reacción interna (pensamientos, sensaciones en el cuerpo).
- Reencuadra: Di en voz baja: “Gracias por protegerme, ahora elijo avanzar con ternura.”
- Actúa en pequeño: Da un paso mínimo que represente avance (5 minutos más de práctica, una conversación breve, una decisión pequeña).
Repite este ciclo durante 7 días y observa cómo la rigidez se suaviza y la acción se vuelve más natural.
Testimonio breve
Un participante que acompañé por coaching decidió aplicar este ejercicio: en lugar de esperar la “gran decisión” comenzó con 5 minutos diarios de práctica.
En 3 semanas reportó menos ansiedad y más claridad: “No sentí que estaba rompiéndome, sino que estaba encontrando mi propia forma de avanzar”.
Tu invitación
Si estás listo para soltar el apego a lo conocido y permitirte cambiar sin romperte, te acompaño en ese proceso.
Escribe en los comentarios la palabra LIBERTAD y te enviaré una técnica de PNL práctica para soltar el apego y transformar la resistencia en impulso.
