¡Medio Año! tiempo de evaluación

¡Hola, amigos!, es medio año ya, deseo que se sientan orgullosos de sus logros. Quiero recordarles que no descuiden sus metas principales: personales, profesionales, de relación, financieras y espirituales. Estas metas son las que les dan sentido y propósito a sus vidas, y las que les ayudan a crecer y a ser felices. Hoy es momento de reflexionar y hacer un alto en el camino para realizar una autoevaluación y determinar en qué punto de mi vida me encuentro, si realmente los deseos y metas iniciales se han cumplido o no. Sé que a veces puede ser difícil mantener el enfoque y la motivación, sobre todo cuando hay obstáculos o distracciones en el camino. El coaching con PNL es una herramienta poderosa que les permite cambiar sus creencias limitantes, mejorar su comunicación, aumentar su confianza y alinear sus acciones con sus valores. Con el coaching con PNL, podrán diseñar un plan de acción efectivo y personalizado para alcanzar sus metas, y contarán con mi apoyo y guía en cada paso. No solo lo digo yo, sino también las personas que han experimentado los beneficios del coaching con PNL. Aquí les comparto algunos testimonios de coachees satisfechos:

– “Gracias al coaching con PNL, he logrado superar mis miedos y lanzar mi propio negocio. Ahora me siento más segura de mí misma y más feliz con lo que hago.” – Ana
– “El coaching con PNL me ha ayudado a mejorar mi relación con mi pareja. Hemos aprendido a comunicarnos mejor, a respetar nuestras diferencias y a fortalecer nuestro amor.” – Dulce
– “Con el coaching con PNL he conseguido alcanzar mis metas financieras. He aprendido a gestionar mejor mi dinero, a ahorrar e invertir inteligentemente y a crear fuentes de ingresos pasivos.” – Pedro

Siempre será un acompañarlos en este proceso de transformación y de celebrar sus éxitos. ¡No dejen pasar esta ocasión de mejorar sus vidas y de hacer realidad sus sueños!

El día de hoy les comparto este precioso poema de Amado Nervo:

Muy cerca de mi ocaso,
yo te bendigo, vida,
porque nunca me diste
ni esperanza fallida,
ni trabajos injustos,
ni pena inmerecida.
Porque veo al final
de mi rudo camino
que yo fui el arquitecto
de mi propio destino.
Que si extraje las mieles
o la hiel de las cosas,
fue porque en ellas puse
hiel o mieles sabrosas:
cuando planté rosales,
coseché siempre rosas.
Cierto, a mis lozanías
va a seguir el invierno:
¡más tú no me dijiste
que mayo fuese eterno!
Hallé sin duda largas
las noches de mis penas;
mas no me prometiste
tan sólo noches buenas;
y en cambio tuve algunas
santamente serenas…
Amé, fui amado,
el sol acarició mi faz.
¡Vida, nada me debes!
¡Vida, estamos en paz!

Fuerte abrazo,

Gilberto Jiménez
Coach con PNL